Un cuento chino

* -¿Dices que ha visto un dragón? – preguntó interrumpido en su estudio el venerable maestro Long Shu. – Así se cuenta – respondió el maestro Chan. Los dos adeptos se miraron profundamente a los ojos. – ¿Pero él no es un hombre-dragón? – dijo Long Shu refiriéndose a la práctica avanzada de la magia. – Es un tigre, aún desconoce la profundidad de las cosas. Sin embargo sus actitudes no desmerecen el honor que se le ha entregado – respondió Chan. -Iremos a verle- aceptó la invitación Long Shu. El encuentro de un humano con un dragón había ocurrido en las más apartadas zonas del lugar, en un lugar salvaje e incivilizado. Es decir, en plena naturaleza. Los dos maestros de magia se ataviaron para la ocasión y...

Toro Alegre

Un día Toro Alegre se encontró en su camino con una imagen grabada en el suelo. La tierra era verde, y en ella había marcada un gra circulo con otro más pequeño como punto central.Lleno de curiosidad ante aquella extraña percepción decidió hacer noche allí, dejar por hoy la caza. Hizo el fuego y calentó su comida. De pronto, tras el ocaso, pasado el tiempo de la espera, apareció una luz poderosa que cayó sobre el centro del círculo formando una columna blanca. De ella surgió una figura humana que hizo el gesto de paz al cazador, provocando que éste se levantara y mirara maravillado. – Soy el Mañana que viene a verte – le dijo la figura. Hacía tiempo que el cazador había pedido una señal, y ahora la escuchaba con callada...

El Bohemio

* Erase una vez, en alguno de esos pueblos perdidos de España, que sonó por la calle mayor el sonido de un carro que se iba acercando lentamente. La gente del pueblo acababa de salir de la misa del domingo, aquel rito en el que todos tratan de mostrarse lo más decente y correcto posibles. Tras la simulación los niños corrían nerviosos, y los jovenes se lanzaban miradas furtivas cargadas de un deseo imposible. Tan sólo los viejos se movían satisfechos, con esa satisfacción de saber que todo está en el orden aprobado, bajo su mando y dominio. El cura del lugar aleccionaba a uno de sus feligreses sobre la necesidad de control conyugal cuando el sonido del carro se le hizo evidente también para él. Dirigió su mirada hacia el fondo de la calle mayor, el...

La revelación extraterrestre

– Efectivamente – afirmó aquella extraña criatura delante de mí – la humanidad es un experimento genético que realizamos hace decenas de miles de años. Aquello apaciguó por fin mi ansia de saber. No explicaré la larga busqueda que tuve que realizar para conseguir ser abducido por una nave extrarrestre. Las interminables noches en vela mirando el cielo, las arduas pesquisas para hallar los lugares más favorables para el contacto. El hecho es que por fin mi teoría había sido demostrada. La lógica conclusión de la ciencia era que el paso del mono al hombre exigía una explicación, y ese famoso «eslabón perdido» era la intervención extraterrestre. Satisfecha por fin mi explicación una terrible duda me asaltó. Confuso, contemplando...

Mea culpa

* Me llamo Samht Rista, Alba Rosada. Soy hija de That Ru, Trueno Alegre, y mi madre, Mahrit , Ola Marina, me ha enseñado todo lo que yo sé. Mi pueblo es respetado por las tribus vecinas, y es famoso por sus danzas y cantos, así como por hacer bellos dibujos en sus casas. Dice mi padre que en otro tiempo hubieron muchas luchas entre las tribus hasta que finalmente llegó un hombre poderoso que marcó las leyes en la tierra. Desde entonces vivimos en paz, e incluso cooperamos en las tareas de recoger los frutos de la tierra. Me siento muy orgullosa de mi padre, pues es el Nahua, aquel que baila en las festividades del Sol. Nos pasamos todo el año recogiendo plumas de diferentes aves y haciendo la ropa que va a mostrar en ese momento tan especial para nosotros....

La mirada del enfermo

* Ojo de Halcón despertó inquieto, envuelto en un sudor frío que empapaba todo su cuerpo. Los sueños le perseguían llamándole para que se dirigiera a algún lugar insospechado, temible en su propio desconocimiento. Miró a sus padres y les vió apaciblemente dormidos. Se levantó y salío fuera de la tienda. El Sol comenzaba a surgir, silenciosamente poderoso, dominando el vasto territorio de la pradera. Las aves cantaban gozosas ante el nuevo día, regojizando el alma de las criaturas presentes. Pero aquella mañana el joven indio no sentía la alegría en su corazón, algo, como una losa pesada, invadía su ser. Tremendamente fatigado, con un cansancio extraño que le imposibilitaba moverse y sentir, dejó caer su cuerpo al lado de un arbol y allí...